Arrastro mis pies por los caminos de la locura, donde la
belleza me fue esquiva, donde los abrazos que lloraba se montaban en cualquier
pecho trabajado a las órdenes de las camas donde se coleccionan una vez más. Descubro que lo que rodea a los
corazones son falsas palabras quejosas de esperanzas incumplidas, de no
entenderles y no saberles comprender, pero los ojos de esos corazones abandonados
van detrás de lo que muestra la belleza fabricada, los vestidos sacados a
pasear, solo lucidos para verse, incapaces de enamorar.
Rodeado de sentimientos de cartón me acaricio la barba, y en
cualquier balcón mirando a la nada pienso que no hay espacio suficiente en su
cielo perfecto para mi y mi locura, y que ni ganas tengo de abandonar mi
infierno. Me siento a razonar los motivos de toda la perfección de esos cuerpos
y me miro asumiendo que yo vestiré
barriga y peinare canas en pocos inviernos, pero sonrío sabiendo que a todos
nos espera el mismo traje al final del camino.
No voy a vender mis sueños por cuatro besos ni por el “que dirán”,
escribo mis letras dedicadas a mostrar que detrás de la imperfección hecha
hombre se encuentra un corazón fracasado pero feliz, y pienso y siento que
pronto suspirara por mi cualquier alma rota de una sonrisa traicionada, y las
lagrimas de unos ojos en vela serán la tinta de mis próximas historias.
"Y le he robado su brillo a la luna de abril,
y me ha perseguido volando hasta aquí,
y me pilla arrojando amapolas desde mi ventana"
"Letra "Forraje"
Las Torres de tus lamentos